Dentro de la historia de la fotografía, el álbum ha sido un soporte empleado como contenedor narrativo. Su valor en el uso doméstico ha sido principalmente el de almacenar momentos, como un instrumento que salvaguarda las vivencias de las familias para la posteridad. Esta serie se compone a partir de fragmentos de archivos de diferentes fuentes, donde las historias se mezclan y crean nuevas relaciones y establecen un juego con el espectador, donde, ante la ausencia de datos, sólo puede completar el relato con sus propias ficciones. El documento, al ser fragmentado, deja abierta una reflexión sobre la intervención de las narraciones, cómo afecta esto la veracidad de los hechos y qué papel hemos delegado al documento en la construcción de la memoria.









Cortes de Archivo fotográfico sobre paspartú.
16 piezas de 29,7 * 21 cm